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lfi!lf
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~.
SUS
llijo~
;
y
la ,.
e
)f~dinas~~nia- ~a
BuFgos;
y
finalmente,,
·n.o
lmbo per!\ona de cuenta,
que
no
se
fuese
al paraje q_ue
pulo' 6
le
-~nilitiO
la
des6r~en;
porque la, falta de car-
•
~eS,
y
la de med1os en otros,
\l6
se eon-
. formaron en todo
c9n
1
·s
ideas.
"J,
~
uecro que
el
~arques
(le
las
MiPaS
.vio·
iClamado
~l
Sr.
Carlos
III., !
con,sideranao
900 el
1a
a1e:
e"'
que se ha1!aba
.su
ejercito
n era
sano~
p.orse:r
un
baJ
en
que
Ii
a
e
'861
sin
resistencia ,.
y
confemplando gm–
za .
u cubrierido
a
Madrid con
el
e.esana
la
muclia cornunitacjon
que
-habia
con
·el
·cM1-
, po del
.Rtt '
resolvio
ll;lUda
el
campamen-_
<'>
y
hacerle
en
el Ptienle de
\".h-eros.
El
ltej: mando cl
suyo
al mfsmo
tiempQ
a
Gua–
dalajara , dando \)rden
de
~e
los triliuna–
I~~ pasa~en:allefg~.s 'ej~cntafi'~ol~Jo
pre-
- sidentes, pero
mny
.pocas
m1ms.tfos,
P!»F–
.que
Jog
m~s -de~
}os
~ sali~OB
a
Gutf3Ji- .
jara e ".Olvieroo
a
]'ladcid:
s11pongo
terr–
- Ilran
pretes-tos
decente~
;
rer&
Io
c
iedo·
es
... qve todos creyeron
que-e
Rer
se
retiraba
sin esperanz de socorro,
-cn,Ya
vox
~oiri6
~il . ~l .
jercito
~e
s.
}I.
co
tan~
asevera–
cio_i1 ·, "que empezaron
a
d~~rtar
machos
sol'da. os ;
y;
entre ellos algu,nos oficiales,
Jc>
cual
dio
~ofiVO
para ({!JC
~·
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plies~.
A
cabaUo nsitase todos los
regUQ1tntos
~e s~