SERMONES
J
tre los -Z-ifeos., se
declara
-como
Christo
y _ ~~
Re.yno se hallan ocultos en este
salir del Sol hasta ponerse baxo del orizonte,
que es lo que 'se llama dia artificial, en doce par–
tes iguales , que se llaman horas ; y en este sen–
tido dixo
J
esu-Christo (
J
oan.
11.)
no son por
ventura doce las horas del día
?
La
primera de
estas horas comenzaba
al sa.1ir·
el Sol, y la tjl–
tima, que eran las
1 2 ,
se acababa quando se po–
_n ia baxo del orizonte. Quando comenzó
á
or–
denarse el Oficio D ivino, en
la
forma que aho–
ra le
tenemos , se destinaron Salmos, y Oracio–
nes, con preferencia
á
las demas horas, para la
de
Tercia,
ó tercera, que se finaliza
á
la mitad ,
de la mañana , para la
S ex ta
,
que se finali–
za ál medio día, y para la
Nona,
que se ter–
mina
á
la mitad de la tarde ; porque
~n
el
Nuevo Testamento hay memoria de que los
primitivos fieles _oraban en estas horas. Pue'i en
los Actos de los Apóstoles cap.
2.
se dice
que
recibieron el Espíritu Santo estando en oracion
á
la hora de Tercia , y en el cap. ro. se refie–
re que
S.
Pedro subió
á
otar
á
la hora de Sex–
ta,
y
en el
3.
se había dicho, que
él
mismo
con S. Juan
s~bieron
ql Templo
á
la
hora de
Nona, que lo era de oracion. Despues se in–
troduxo el Oficio de Prima, y Casiano dice (lib.3.
Inst. cap. 4.) que tuvo principio en su Monas–
terio de Belen para que los Monges· no holga–
sen desde los Laudes , que se decían
á
la
au-