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SERMONES
apagarse con
su
opresion ; sino
qué
al
modo
de
una gran llama
ex-
puesta
al viento ,
se encienda
mas
y
mas~
quanto mas
se reprime. Por
esto no
bastaba
haber dicho :
hi·
cisteis
la
dulzura en vuestro siervo,
si no pedia
á
1nas
de
esto
que
le
enseñase
tanto
agrado del bien,
que
pudiese
llevar
con sufrimiento
la
disciplina. En tercer
lugar
se po–
ne la
ciencia , porque
si la ciencia
excede en extension
á
la
caridad,
no edifica , sino
que
(
1)
hincha.
Por
cuya
razon
quando
fuere
tan
grande· la caridad
en el
hombre_bue–
no, que no
.se
pueda apagar con las
tribulaciones que
consigo
trahe
la
(x)
1.
Cor.
8.
1.