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8
O
SERMONES
porque (
I)
el Señor corrige al que.
ama
,
y
azota
á
todo hijo
que
ampa–
ra.
Así es , Señor, los Santos ,
y
hu–
mildes de corazon apoyados en vos,
1
•
permanecieron constantes en las per-
secuciones ; tambien es así que los
que presumiendo de
sus
fuerzas fal-
' taron ,
y
no obstante pertenecian
al
mismo cuerpo , conociéndose
á
sí
mismos lloraron,
y
perdiendo su so–
berbia alcanzaron con mayor firme–
za vuestra gracia:
NO QUITEIS,
pues,
DE MI BOCAL_/:/
PAL¿~BRA DE LA VERDAD HASTA
EL EXTREMO
,
PORQUE SO–
BREESPERÉ EN
VUESTROS
JUICIOS.
(1)
Hebr.
12.
6.