DE SAN AGUSTIN.
I
3 5
/
palabras~
Primeramente dixo:
he es–
condido en mi corazon vuestras pala–
hras
para
no pecar contra vos;
y
pro–
siguiendo añadió:
bendito sois Sefior,
enseii,adme
vuestras
justificaciones;
y
despues:
CON MIS LAB JOS
PRONUlvTCIÉ TODOS LOS JUI–
CIOS DE VUESTRA BOCA.
A
la verdad no parecen contrarios, si–
no que se unen , y hermanan
muy
bien estos dos extremos, que habien–
do escondido en su corazon las pa–
labras
de
Dios , anuncie con los la–
bios sus juicios ;
porque en
eJ
cora–
zon
(
I)
se
cree para la
justificacion,
y
se confi,esa con la boca para la sal-
'Vacion;
mas por lo que restpeta
á
lo
(1)
Rom.
10. 10.
Iiv