Garciltuo.
SONETO
XXXIV.
Cracia·s
al Cielo
doy
que
ya
del cuello
1
Del todo el grave yugo
he
sacudido,
Y que del viento
el
mar embravecido
Veré desde
la
tierra sin temello.
:Veré colgada
d~u~
sutil 'cabello
La
vida del amante embebecido
En su error,
y
en su engaño adormecido,
Sordo
á
las voces que le avisan dello.
, :Alegrárame .el mal de los mortales;
Mas no es mi corazon tan inhumano
En aqueste mi error, como parece:
Porque
yo
huelgo, como huelga el sano,
No de ver
á
los otros en los males;
Sino de ver que dellos él carece.
Este Soneto está sacado
de unos elegantísimos versos de Lt!•
credo al principiQ del
Li'
1.ll.·
Suave mari magno turbantibus
~quora
ventis
E terra magnum alterius speéb re laborem;
"Jon quia vexari quemquam. est jucunda voluptas
Sed, quibus ipse malis careas, quia cernere suave est•• '
SONETO
XXXV.
'A Mario
Galeott1•
.Mario,_el ingrato amor, como testigo
De mi fe pura)
y
de mi gran
firmeza,
Nf
· Usan·