Garcilasn.
SONETO
XXXI.
Dentro de mi alma fue de mí engendrado.
Un dulce -amor,
y
de mi sentimiento
Tan
aprobado
fue su
nacin1iento,
Como de
un
solo
hijo
deseado:
Mas luego naci6 dél quien ha estragado
Del
todo
el
amoroso pensamiento:
E n áspero rigor
y
en gran tormento
Los primeros deleytcs
ha
tornado• .
O
crudo nieto, que
dás vida al
padre
Y
matas al ayuelo
!
¿por qué creces
Tan desconforme
á
aquel de que has
nacido~
O
zeloso temor!
¿á
quien
pare~es,
<l!Je aun la invidia, m propia
y
fiera
madre,(*)
Se espanta en ver el monstro que ha
parido~
odit
&
ipse pater Pluton, odere sorores
Tartarece monstrum•.••
Yirgil.
Enéid.
lib.VJI.
SONETO
XXXII.
.
.
Mi
lengua va
por do el dolor la guía:
Yayo con mi dolor sin guia camino:
Entrambos hemos de ir con puro
tino~
·
·Cada uno
á
parar do no qu .. ría:
:Yo,
porque voy
sin
otra compañía,
.
.
N3_
s~~