Garcilaso~
1
+7
Pensu
tn'
el
temor de ser vencida;
La sangre alguna
vez
le calentaba,
Mas el
mismo temor
se la enfriaba.
Estaba.
yo
á
mirar;
y
peleando
En mi defensa mi razon estaba
·Cansada,
y'
en mil partes
ya
herida:
Y.
sin ver
yo
quien dentro me
incitaba•
.Ni
saber como, estaba deseándo
.
-Q.qeallí quedase mi
razon
vencjda.
.
Nunca .en todo
el
proceso
de
mi vida
Cosa se me cumplió que desease
·
Tan
presto
como
aquesta; que
á
la
hora
Se rindi6 la señora,
Y
al siervo
consinti6
que
gobernase
Y
ugase de la
ley
del vencimiento.–
Entonces
yo
sentíme
salteado
De una verguenza
libre
y
generosa.2~
Corrime gravemente que una cosa.·
Tan sin
razon hubiese así pasado.
Luego
sigui6 el dolor al corrimiento
De ver mi reyno·en mano de quien cuent-.
.Qye me dá vida
y
muerte cada di3>
Y es la mas moderada
ty ranfa.
Los ojos, cuya lumbre bien pudiera
Tornar clara la noche tenebrosa,
,
Y
e~curec
er el sol
ámed io d ia,
/
Me cdnvi
r-tier.onluego en
otra
cosa.
En volviéndose
tmi
la
vez primera
L3
Con