D E A S T R O N O
Jl{_Í
A.
5 5
3
que ,
ro
mismo es, por lo que toca
á
esta paralaxe , que
Fig.
se mire la Luna desde el punto
C
ó
desde el punto
M,
es–
tando ambos puntos en un mismo vertical ,
y
por otra
parte es mejor en orden
á
la meclida de esta paralaxe con~
siderar la Luna como vista desde el punto
M.
Pero
JVIN
::=
CN.
sen
NCM,
ó
CN.
sen
z;
la paralaxe que corr-es·
pande
á
CN
es
p
.
sen
a
;
luego la que corresponde
á
MN
es
p
.
sen
a
•
sen
z;
este es el valor general de
la
para laxe
de azimut, estando la Luna
en
el orizonte, con un azimut
-igual
á
z.
8 7 8
Mas adelante se verá que la paralaxe de
azi-
mut de que se hace uso en el cálculo de los eclipses, se
ha de medir en
un
arco de círculo máxímo , tirado desde
el centro de la Luna , paralelamente al orizonte
ó
per–
pendicularmente al vertical ; este arco pequeño no varía,.
·sea la que fuere la altura de la Luna , porque en todos
-los casos
le
forma el ·concurso de las lineas que ambas
son tiradas desde los puntos
M
y
N
á
la Luna ,
ó
en
el
plano d l orizonte,
ó
en un mismo plano cuya parte
N M
es orizontal,
y
que van
~
juntarse en la Luna. Por consi–
guiente la paralaxe de azimut para una altura qualquiera
de la Luna será
p
.
sen
a
.
sen
z ..
8 7
9
Esta paralaxe de azimut ocasiona una leve va..
l
3 8'.
riacion en la paralaxe de al tura. Con efecto, si el obser-
vador estuviera en
N,
la medida de la paralaxe de altura
sería
NO,
y
sería
p.
cos
h
por la regla comnn. Pero la al
ttl-
;ra verdadera
vista
desde
el
centro.
.
C
de la Ti~rr a ~s algo
me-