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tratarse
de
igual con su Padre , que
llamarse solamente igual ,
ó
anun–
ciar unicamente esta igualdad.
Pero veamos lo que es
Jesu~
Christo relativamente
á
nosotros.
Es nuestra Bienaventuranza, co.–
mo
su .Padre:
Conocer
á
su .Padre,
.
y
á
el
'
es
para
nosotros
la
vida
Joan. xv11 •
·eterna.
Y
por eso dice :
El
que
me
:.
•
ama
,
será amado de mi Padre
:
y.
ro
lo
amaré'
y
me manifestaré
á
XIV. 2.
el.
Vé
ahí el grande efeéto de
mi
amor. Con el hago eternamente
bienaventurac.fos
á
los
hombres. Y
afiade :
El
que me . ama·
,
guardará
lbid.
i3.
rni
palabra,
y
mi
Padre
le
amará:
Jl nosotros vendrémos
á
el,y
habita-1
rémos
en
el.
-
-
·
·
Nosotros vendrémos
,
mi Padre,
y
Yo.
i
Quién ha podido nuncai
igualarse de esta manera
á
Dios
?
Nosotros
vendrémos
:
porque no
puede venir el uno sjn el otro.
V endrémos,
porque no es harto tener
/
al Padre,
es
necesario tenerme tam–
pie~
á
.mí.
Vcndrémos.
·
i
Quién
pue-