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2~0
clan. ¿Quién
podrá
sobstener el
ri-–
gor
de
este Juicio
~
Pero esta
mis–
ma
palabra nos enseña ,
que si
no~
juzgamos
á
nosotros mismos
,
nrJ
11.
Cor.
x1.
.
,,
7
•
•
:; 1 ,
seremos JUZgauos
:
que
"ª
mzsert-
cordia es mas exaltada
,
que
el
juicio
;
y
que los que no huvieren
hecho misericordia
,
padecerán
u11
lJac.
10. 1
3.
juicio
sin misericordia.
Vé
aqui
como nos fortalece esta palabra
contra su propia severidad;
y
noso–
tros seremos santificados con ver–
dad , segmn estr palabra ,
si
con–
fesam6s verdaderamente nuestras
tulpas,
y
flaquezas.
¡
Oh quánta afliccion causará
ésta vista!
¡
Oh quánta complacen–
cia hallamos en hablar de las vir–
tudes, de las luces,
y
de las gra–
cias!
¡
Pero quáoto sentimiento hay
en vér las flaquezas,
y
las culpas!
Ellas se presentan
á
nuestro espi-
.
'
ntu,
que queramos que no ; pe-
ro procuramos retirar la vista
á
qtra parte. Hablará una persona
sin
cesar de
sus
imperfecciones,
y
fla-