JÓ9
frutlifica
lniena,
o'hras
,
no
debe
ser
juzgado:
este no viene al Jui–
cio,,·porque yá ha pasado
de
la
muerte
á
la vida.
,
Sin ~sperar á aquel ultimo dia,
nos visita Jesu-Christo siempre,
y
quando nos llama
á
su eterno des–
canso : nos visita con enfermeda–
des : es aquel gran Padre de Fami- ,
lias , que llama á la puerta : enton-–
ces nos viene á buscar, para que
donde está , estemos con él.
·
Esta es aquella gran palabra,
aquella palabra de consolacion ,
y
ternura , con que Jesu-Christo nos
hace vér , que no quiere estár sin
nosotros, ni que estemos largo tiem–
po sin él. Entonces es quando bien
lejos de atemorizarnos , debemo!I
disponernos
á
levantar la cabeza,
porque llega el momento en que va~
mos á estár donde está Jesu...Chris–
to ; .es decir ,en su Trono. Por cuya
razon d'iceSan Pablo:
Que le es pe-
Philip.
I,U¡
sa~ó .este cuerpo mortal:· que desea
i3.
1Jerse_
desatado
de él,
para
estár con
V3_
Je-