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en todo su Sermon, que la vida que
nos quiere dar , es la vida eterna,
tanto del alma , como del cuerpo.
La voluntad de mi Padre es, que
Joan.vi.39.
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no pierda nada de todo lo que
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me ha dado,
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que lo resucite en el
ttltimo día. El que come
de
este Pan;
de esta vianda celestial ; de mi car-
ne,
que ro daré por la vida del
mundo,
vivirá eternamente.
Pa:ra confundir el tercer herror
de los Judíos, que consistía en que
imaginaban que hablaba de una
carne , que se consumiria comien-
dola; les dice: Eso os escandaliza?
Ibid.62.63.
Mas os admirareis quando veais al
Hijo del hombre subir al lugar de
donde ha venido.
Comereis mi car-
ne ; pero por eso no quedaré me-
nos vivo , ni menos entero. Como
si <ligera : No imagineis , que os
hablo de una carne humana ,
y
co-
mun ; ó de la carne del Hijo de
Josef; ni que os hablo de una car-
ne , que se os debe dar para man-
tener la vida mortal ; ni por con-
A
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si-