fl
1
cia , pobreza .;
y
-enfermedades.
Bebamos
de esé
torrente con
alien-..a
to. Aunque
ese
t~rrente
nos ar•
rastre , no
nos abatamos , no
nos
confundamos ,
como los
~emás
mortales :
antes
bien levaotemos
entonces la
cabeza.
Las soverb1as,
y
erguidas seran
hechas
añicos;
pero
las
humildes , las que se aba–
ten
voluntariamente
senln
exalca-–
das con
J.esu-Christo.
Ninguno se atrevió
e]
preguntarle.
Matt. x.
y
<;iegos
!
Nose atrevian
a
pregun-
lll l•
4S·
tarle
porque era
muy
viva la
luz,
que les
daba
en los ojos, Debian
preguntarle ,
no
con
un espiritt1
soverbio ,
y
contencioso , sino so-
lamente
p~ra
ser instruidos.
·venid,
y
preguntad
f
aptovechad
el
tiem.-
po : mirad qfie en breve
desapare•
.
cera~
Poco tie1npo quedar# la
luz
C()'lls
'Vosotros
:
caminad
,
preguntad ,
mien•
j
1
tras que
teneis luz
,
no
iea
que
las
ti•
nieblas os
embuelvan: el
que
eJla
efj
1iniehlas no sabe adonde
'Vd.
Nosotros
~
con. q_uieoe
res.id