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·razon.
Ni
yo
atrto
a
mi
proximo
·como
a
ml
ibismo ,
ni
a
V
os
.os
~mo
con todo
mi
corazon ,
y
-fuerza.
Y aun si , conociendo mis fla...
quezas , mis distracciones , mis
debilidades ,
mi indiferencia ,
ipi
.inse-nsibilidad ,
y
·rnis
f
rialdadeS-,
pudiera derramar
á
vuestros Pies
,uná avenida de lag.rimas, empe--
. zarja
ya
amaros, llorando 1a priva–
- tion
,y
pérdida de
ese amor. Pero,
o
Dios -!
hasta
el dolor de no
ama-
ros
es
débil ,,
y
flaco en mí.
•
iProviene eso de que yo
no·
quie-ro amar ,
o
de
que
no.
puedo~
A
ia verdad ,
no ama el que
quiere
amar , ni
ama -
lo que
quiere
amar. Es
necesario
que
la gracia
le atrayga. Pero ,
o
Dios
!
si
yo
no pudiera
amaros ,
V
©s
no me
diriais:
Ama.
Si
yo
no
tuviera
fuer–
za
para amaros , Vos no me
di–
r.iais :
Ama con todas
tus fue,zas.
· Pero ,
(j
Dios! ¿Si
puedo
amaros , Y
si tengo fuerzas para amaros , no -
~
os