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amores terrenos : porque
una
' 'o–
lunta d débil.,
e
inefi.caz
'que de
:xa de ser voluntad
e~
una
t~nt
cion urgente
~
no
e~ vol~ntad
;
na–
da
puede ,
ni.
quier~
, (
p~r,a
servir
me de las
pr'op.ias palabras
de
Mr.–
de
Meaux. ) Verdad
es , que nece-.
sitamos , que Dios
.~ostenga
sin ce-
5ar nuestra
volun
_tad mise,rable ,.
y:
que
fortifique ,
y
aµ.rp,ente
en
no~·
sotros
su santisim
o amor. ,
Pero
comprende4 ., que
.no seos
debe
esta
gracia ,
y
que todos
los
hombres ·por
si
mismos son
indig~
nos
de ella : que
a
nadie se la
cqn--,,
fiere Dios sino
por
los
m_eritos ,
Y·.
ruegos
de
Jesü-Christo.
Concebid
tan1bien
la dependencia
conti~ua
en
·q
ae_
os
hallais de
este
Dios
Salvador : la necesida·9 extrema,.·
que
teneis
de
su
divina gracia,
para
comer.izar,
hacer;
y
acabar ~
odas,
y
qualesquiera
buenas
obras,
y
para orar,
y
pedir
como con-_
viene.
Admirad
con que suavidad,
con que omnipotenci;i
triunfa
de
la