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resiste a Dios con
una
manifiesta
desobediencia ,
y
no puede
enga–
ñarse con
la
apariencia
de la
vir..
tud ; al fin ,
tiene
compasion ,
y
verguenza
de
si
mismo: sus
pro–
pias culpas lo despiertan,
y
se
ar–
repiente:
tocado
det
arrr.pentimiento
1
obedece.
Nuestro Señor hace
ver
a
los
Pontífices, que este ultimo carac–
ter
es
el
suyo.
Criados en
la
vir–
tud , no habían mas
que de
Dios,
de la relígion ,
de
la obediencia
debida
a
la
ley ; y
porque
hablan
sin
cesa~
de esto , se
imaginan
harto virtuosos ,
y
buenos,
y
asi
jamas s.e
corrigen.
Por
eso
Jesu-
Christo les habla
de este
modo
terrible :
Los p?JJbticanos,
y
mageres
de mala
vida
llegaran
antes que
vo·
sotros
al
Reyno
de Dios:
porque con–
f
undidos
de
sus excesos
han hecho
penitencia l
oyendo
á
San Juan,
y
vosot~os,
que por vuestras luces,
y
por
la
dignidad de vuestros em-
. pleos debeis dar
exen1plo
a
los
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~
de-