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•
PROLOGO
DEL TRADUCTOR.
.
'
N
o
es mi ánimo elogiar
la
·
presente
Obra. El
non1bre
del Gran Bossuet, que apa–
.rece en
su frontispicio ,
es
una ala–
banza completa.
Esta
acostumbra–
do el
mundo
a
mirar
con
asombr@
todo
quanto
salio
de
la
fecunda,
y
piadosa
pluma
de este
incom-–
P'!rable
Prelado.
Ser
obra
del
Obis–
po de· Meaux, basta para que
se
concilie toda
la estimacion.
El Gran Bossuet
da
principio
a
las
Meditaciones
por
el
Sermon,
que hizo en el Monte
nuestro
Sal:..
vador
J
esu-Christo
a
sus
A
postales,
y
al genti,o que
le
seguia ;
y
las'
acaba por
las
ultimas
instruccio–
nes ,
que este Divino Maestro
dio a
sus Discípulos
antes
de padecer la
~frentosa
muerte
de la
Cruz.
No
puede'
h~llarse
cosa
n1as
cápaz
de
~
3.
ins~