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56)
r
t
)
,
,
•
nos qmtara
la
piedra de
!~
ent~ada
d~t
sepulcro
1
porque
esta piedra
eri
muy
grande:::
-
-
·
t
·
San Mathéo. Y
á
este
tiemp~
ql!,an–
do ellas
se
iban acercando a/' Huerto,
sucedió
'ün gran
tet'r~moto, porqb~
'ba–
jó
del Cielo un
A11gel
del s~-~or~'
y
llegand<?se
al
sepu~~ro
,
removi,ó
Ja ·
pie.–
dra,
y
estaba sentado sobre ella. Su as·–
pecto'
r
era como Un rdampagp ,
1
y
sn
vestido como la {nieve : los guardas
se
esparitarón ·con el miedo'
y
que'ddroia
como muertos.
7
••
San
JÍ1an.
El
·suceso
jué
de
úia
ma–
nera.
EL
primer _'dia de
la
semana
fué
al
sépulcro
con las
demás
susodich'á's,
Ma–
ria
Magdalena muy d e ·mañaria , quan..
1
do t0da"[ia estapa obscuro ;
y
siendo
·ae
día
qliarnfo
llegó , vió que
la
pie9t'a
es~
I
taba quitada
de la !foca
-del
s~pukro.
" Corrió , pues , con 'las otras , y
foé
á
estar ' con Simon P~dr9,
y
con el.otro
Discípulo
á
quien amaba Jesus; y les
dixo: Q!.litaron del sepulcro al Señor,
y
no . sabemos dónde le han puesto.
Salió
luego Pedro,
y
aquel otro Dis-
,
Cl-