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yo soy
el
Hijo de Dios
(
I) ,
monre1s
e!!: vuestro pecado.
·
. Preguntaronle ellos: ¿Quién eres
tú?
Dixoles
J
esus: El prindpio : el mismo
que os hablo. Muchas cosas tengo que
decir de vosotros, y que condenar ; pe–
ro
el
que me embió es veraz , y yo
no hablo en
e.l
mundo , .sino lo que
á
él
oí.
Y
no cono_cieron que .decia,
que Dios era su Padre. Dixoles , pues,
J
es~1s : Qpand.o hqbiereis elevado
por
'l!ledio de la mt1:~rte
al
Hijo del Hom–
bre, entonces conoceréis que yo soy
rvencedor de la muerte por mi Resur–
reccion,
y que nada hago _de mí mis–
mo., sino que .hablo lo .que
el
Pa–
dre me enseñó. Y
el
que me embió es–
tá
conmigo, y no me dexó solo ; por–
qqe yo hago siempre lo que es de su
agrado. Qpando
J
esus decia estas cosas,
creyeron muchos en él ; por lo que di–
xo
J
esus
á
los
J
udios que creyeron en
él : Si vosoúos permaneceis
en
la
f é
de
mi palabra, seréis
verdaderamente
<lis-
I
Cl-
(,) Nat. Alex.