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¡60)
r
Saú
Mathéü.
Mirad·; que no despre~
deis, algmio- de ,estos pequeñitos; por–
que ,
os óigo, que sus Angeles vén co1;1.,–
tinuamente : en los Cielo~ .
la
cara
de
.mi Padr~ , que está en lm ·Cielos. Por,.
qu~ . el Hijo vine>
á
salvar
fo .-
que s~
,h abia perdido.
¿
Qpé os pár.ece? ·si uno
tien~ cie11 -ovejas, y una de Jelfas
s_e
ex–
travía
¿
no dexa las no:venta
y
nueve
~n
1os mont~s,
y
vá
á
buscar,
la
que se
extravió?
.Y
si sucediere
,qüe
la
halle,
en verdad os -digo., que •.se alegr4 mas
con ella, que con las noventa y nueve,
qu~
110
se extraviaron. Asi, no es
fa
voluntad de vuestro Padre, que está
·en
los Cielos, que perez:_ca ~lguno
de
estos pequeñitós.
Si
tu hámano peca:"
/
I
/
d 1
I
re contra n ·,
ve,,
y repren e o entre
t1,
y
él solos·:
Si
te .oyen~, ,ganaste
á
tu
hermano-: mas
si
no te oyere , lleva aún
contigo uno
ó
dos, para que toda ··pa–
labra sea justificada. por la boca de dos,
·ú.
tres testigos: y si no los oyere, dílo
:i
la
Iglesia .. Mas si ni
4
lª-
.I
glesfa
oyere,
I
•
que sea, . para
tt .
como un pagano, y
un publicano. En verdad os .digo, que
to-