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t:opiosa
~e
gentes de. toda
la
~u_d~a ,
de_
Jerusalén ,
y
de las ·tierras man!1mas de
Tiro, y s'yµon , que habían venido
á
oir~
le, y
a
,ser curados de sus enfermedades.
Y los que eran atormentados de los es_–
pfritus inmundos , eran timbien liber–
tados.
Y
todo
el
Pueblo buscaba como
tocarle, por.que salia de
él
una virtud
que sanaba
a
todos.
San Mathéo. Pero viendo
J
esus
las
tropas de
gente,
sub~ó
otra vez
at
monte
á
colocarse en sitio desde dondepudiera ser
bien oído:
y habiendose sentado, se llega–
ron
á
él.
sus Discípulos,
arrimandosemas
que otros.,
y
abriendo
Jesus
su boca , les
enseñab~
especialmente
a
ellos
,
diciendo:
Bienaventurados los pobre? de espíritu,
los que si no tienen riquezas
,
no las de–
sqan
;'
si lqs tienen, po se apegan
á..)
ellas,
porque de ellos es
e1
Reyno -de 1os Cie–
los. B.ienavemurados · los mansos· ,
/os
.que sufren por Dios trabajos
é'
in]urias
sin
inquietud
é
impaciencia,
porque ellos
poseeran la tierra
de
ios vivos
,
que es
el
Cielo.
Bienaventurados los que lloran,
llevando.. una
vidq peni~entt
,
con ren7:tn-
.ia