neros, muchos de los c uales, seguramente, colocados en m e·
jores c ircunstancias que e l coleccionador
de
los
.presentes
cantos.
Para
terminar, vayan mis debid·os agradecimientos al
inbeligente como patriota
y
d inámico Sena dor
Co~onel
S er·
g.ioR. j átiva, Presidente d el Com ité Central Orientalista, · a
qui.ense le d ebe en mudho e&ta publicacaión; y luego por su
valiosa cooperació n
y
carta honrosa aquí insertada, al jubilado
Maestro ex-D irector d el ConservaJtorio Nacional de Músic a de
Qu.i,to, doctor Sixto M. Durán, como ,tam'bié n a otro gran
maestro
y
buen amigo, Sr. Segundo Luis Moreno, Director
d el Conservatorio Nacional d e
.Músi.cade C uenca, alen•tado–
re~.
eficaces y benévolos apoyadores de c uanto significa estu·
dio de nuestra origina! músjca oriental . Por úl timo no podía
fal,tar en es'te Prólogo, el nombre de la dü:llinguida y virtuosa
dama, señora Ani·ta Mus.ello Durango, que tantos hene ficios
viene prodjgando a
}.a¡
M ;sión
y
q ue dejo es¡pe cial
reco noc~miento d e m i parte.
Quito, 1940.
P. R aimundo M . Mo nteros.
Vicario Provincial de la Misión Dominicana del Ecua·dor.
Carta del Profesor Sr. Dr. Sixto M. Durán.
Siooto ·M . Durán saluda respetuosa
y
a fectuosam ente ál
R everendo Padre Monteros
y
al incluirle su coJ.ección d e me·
!odias jíbaras. se p ermite
felic.i~arle
por •tan feliz hallazgo que,
viene indudablemente a enriquecer al acervo autóctono en rit–
mo
y
expref.ión melódica, hase de composición que conte–
niendo el elemento universal y escolás·tic o, as.i.mile ta.mbién ]o
'característico de la ,tierra ;para un futuro ar,te clásico nacional.
Durán reitera sus aJtenciones al Rd o. Padre, qu edand.o,
como siempre, a su mandar.
P o·r últ imo·, no .podía fal tar en este Pró
lo.goel no.:nbre
d e la distinguida y virtuosa dama, señora An
ita Mu-sello Du–
rango, rque tantos. beneficios viene prodigando a la Misió n
y
que dejo
e~pecjal
reconoc imiento de mi parte.