PROLOGO
En el haz lírico del Perú rea1>arece Mario Florián, autor ya de
varias obras señeras, con una adicional: ''El Juglar Andinista'\ que
es concentración superada de su fre6ca, pura
y
espontánea poesía
ar•~
terior. ,En e:lla se resumen la finura agreste y el temblor metafísico,
ambos de extracción telúrica, raigalee, como el agua de los
manantia~
les andinos que brota de la entraña plutónica pero tienen la graciu de
reflejar la nube en su inmediato remanso. Volumen
más
amplio y
sucinto, seleccionador de signos ya manifestados, pero
al
mismo tiem–
po lleno de relámpagos nuevos, de fugitivos venados hacia horizon–
tes imprevistos que asEguran el desarrollo de una conciencia
t~n
ig-
nición, mutable
y
fecundamente germinal.
'
He saludado ya en otras ocasiones, con fervorosa simpatía,
va–
rios aspectos de la personalidad lírica de Florián. Con motivo d e
este libro, quiero precisar algunos conceptos de sincero homenaje,
en fiesta cordial
y
solidaria
y
no en plan de análisis científico. P•·in–
cipiaré por algunos datos biográficos que he recabado de él mismo.
Mario nació en una perdida aldea de las sierras cajama.rquinas qnP
era revE"lación peruana de la Arcadia pastoril: rumor de ganados,
plenitud vegetal. El niño asiste con
GUS
sandalias nativas ("Uanques"),
"
la escuelita rural bajo la mirada dura del padre
y
mélica de la ma–
dre. El empeño dulce de ésta consigue, luego, que: el adolescente
sig<~
estudios secundarios en el Colegio Nacional de San Ramon de Caja–
marca.
Allí
las viejas piedras de la ciudad no lo sustraen el mirajP.
campero. Las viejas piedras están apretujadas por la fuerza musical