![Show Menu](styles/mobile-menu.png)
![Page Background](./../common/page-substrates/page0024.jpg)
/
Yo no sé por qué el destino
me mandó quererla así;
Dios quiera que con otro,
nunca tenga que sufrir.
Lucerito te1nbloroso
ya que sabes su traición,
si es que la ves, le dices,
que esperando siempre est0y.
Lucero de la mañana,
etc., etc.
¡A Y, lJfAMA INES...
!
Aquí estamos los pegros,
venimos a pedir
que nos den el permiso
de cantar
y
reír ...
¡Ay,
mama Inés ...
!
¡Ay, mama Inés ...
!
Todos los negros
tomamos café.
Y alegres así los negros
queremos así entonar,
la dulce melodía
de beber y gor,ar.
2t