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LA

CA

T.

E DR A·==::::.-============ 3=7

y el dolor de un solo ··corazón : era la emo–

ción que s.e siente cua·ndo el hijo ha d·e

pa rt'ir.

Al día siguiente, mu y de madrugad a,

se oeleb raroo va'rías .misas y a las 6.30 par–

·tía el vapor, alej ándonos de aquel Santu a–

rio donde pasamos ho ras de inolvidable

recuerd o.

Llegada a La Paz.-

Más afortu nados que a la ida, la· vuel–

ta se .!¡izo sin di fic ultad alg una . Al otro

día se ofició un a

so~emn e

misa de acción

de gracias en el temp lo de San Francisco.

El

~-

P. Fr. Felipe Solís.-

. Nada serían estas 'lín eas si concluye–

ran sin que dediquemos dos líneas más al

Director de la Romería, el R. P. Felipe So–

lis, actual Guardián del Con vento de Sa·n

Fra ncisco d e esta ciudad. ¿ Quién no le co–

noce, quién no sabe de su celo, de su lo–

cura por servir y hacer honrar a Aquella

que él tan cariñosa y fi lialmente la/ llam a :

"la Mama"? Sus catecismos, sus sermo–

(les, las va rias romerías que inició y diri–

gió, sus vi•brant·es hoj as sueltas, ·inculcan–

do en los corazones el amor a la Reina Co–

ron ada de Bolivia, y, sobre todo, la edi–

ción de este número que mucho debe a su

efi caz cooperación, todo es to y mucho más

que callamos por no herir su modestia, le

hacen acreedo r a nuestra admi ración. No

es menos grande la gratitud de los rome–

ros, para quienes f ué no sólo el Di·rector

inteligente y prev isor, sino el padre so–

lícito, el hermano, el am igo, en cuyo co–

razón muchos encontraron el bálsamo del

consuelo para s us almas, y en sus manos

no pocos hall aron el pa·n para sus cuerpos.

Que la S. Virgen, su predilecta "Ma–

ma de Qlpacabana", le conserve la salud

y acreciente s us entu siasmos para que

_<;a'–

da año l·e veamos. al· frente de todas las

fut uras n¡ merías.

Los cuadros de honor.-

No deseamos quemar el incienso de

la a'd ul ación. Creemos hacer obra de sana

justi cia al dar a conocer los nombres de

las Sras.

y

S'rtas, cuya fil antrop ía o cuyos

esfuerzos persona les han

~ido

como los

cimi entos sobre 'los que se han .leva,nta–

do los rotundos éx it>os de la Coron adón

de la S. Vi rgen y d•e las di versas romerías,

especialmente de esta últim a.

"LA CATEDRA".-

No tenemos la presun ción de haber ·

hecho una obra so·brehumana al edita,· el

presen te número. Es tamos convencidos de

sus muohas defi cienci,!IS. Tal vez hemos

omitid o datos o relaciones imprescindi–

bles ; por todo, pedimos a nu estros ·lecto;

res nos juzgu·en benévo lame'nte.-

Así como confesamos lo anterio r, ase–

guramos que esta edición representa un

gran esfu erzo, si se oonsi dera que la pren–

sa ca tólica en Bolivi a', pa·ra presenta rse

tan po bremente com o lo hace, tieiJe que

vencer dificultades de todo género de

propios y ex traños.

De todos modos, ahí va nuestro HO–

M.ENAJE A LA RE INA DE BOL IVIA,

~

la que una v-ez más encomendam os el éxi–

to de estas páginas, en las que sus num e,

rosos devotos encontra-ron siempr-e himr

nos de amo r, end echas de fili al y

ti~rn_o

tributo, para la qu·e es MADRE DE CI.E:

LOS Y TIERRA.