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'te
lo
in rieihn~zemos
iie
la vida que con iente
á
perder en
el
augus–
to ·sacrificio, h"ciendo que vtva en nosotros mismos con la imitacien.
páfe~ta
de '"s virtudes
XLli = L• \·ista de lo q•te verifica Jesuc·•·isto en los altares de–
b~t:Ía
llenarnos de
t•onfhsion.
¿Cómo pódemns ver
sin
anonadarnos
de rubor
y
reconódmiento que el Dios de l ,,¡,•erso obedezr.a con tan–
t a exactitud
!Í
nuestra voluntad, mientras
qu e·.
nos nogamos· r._osotros
á
obedecer á
la s •ya; que el monarca de
todo lo criado bajo . por
nuestro amor del solio de
011
grandeza, mientras q•te nosotros no pen- .
s_amos •rias
.que
~n
alzarnos
e
hinch•rnos de orgüllo; que el Sa;vador
se prive de
t.••
dos sns
,entidos en
tanto q t•e ilo>otros
tan solo pe1i–
aamos en satisface r los r.uestros; que ll eve una
1
ida oscura
y
absorta
eo Dios, mientras qué
la n"estra es disipada
y
mundana? ¡Ah! jamas
cefebram<-s
lus s•grados misterios
~in
.q 11e
Jesu cristo nos afee tacita–
mente nuestra conducta
y
condene la estrema oposicion
de nlfestra
vida con la que lleva en nuestrós altares:
Arguam ie, et staluaiii
<'O.!·
tra
fam:eTii .
tuam.
.
.
. .
·
·
XLIII.-Asi como todos los e_ricomios sobre la dignidad del sacer–
d dcio son náda en coriiparacion de la escelencia de este .e<tadQ sublime,
escéiencia qu e es
en cierto· n:odo i nfinlto; asl
todo lo que pudiera
i~tütgin arse
acerc·a de la santidad que ex ige su ministerio, es iuferior
á
lo q 11 e t cq uiere; pues debe ser proporcionada á
S
ti
grandeza. No
obst~nte;
al emitir esta
~erdad,
no pretendemos alfjar
d~
los santos
~ltare·s
··los sacerdotes .qu e viven religiosamente, si h'ien tienen aun
s~s
defectos, por
los cuales gimen y cuyá enmienda sinceramente desear!;
~1
co'ntrario g rave cul pa seria la suya si se alojasen de
los
sa•Hos
11
1tarés
1
.Ó'
clesempeñ•seil
con tib•eia las sagradas funciones; mas deben
apiÍcarse; en cuanto
~ste
en su mano,
á
:i.dqúirir la saótid&d que requiere
su estado,
y
itl mismo
tiempó deben esperar que Di0s que es un
J'atlre
de bondarle<
in-finitas,
perdonará
las im perfecciones que tr•e
con~igo
la f¡·agili.lad
hum.na, con tal que en ellas no envejezcan po¡
apego habit ual
y
ncgligeneia.
,
.
'
'
---
~~-VIA SACRA
EN LENGUA.
AJ)TO DE CONTRi r' Iü'N.
Apu Yaya Jesucristo, checcacc Dios, checcacc runa, ca–
maqquey, qquis l'ichiquiy Dios: Ccan Yayaytan yupaychay–
qui, hualluyqui, pin ccan casccayquirayc_u!
chica ccayacucc,
lla •·a atipacc mana yupay allin. Y, ñinim ccampi, suyacunin,
xnunayqui, tucuy yuyayniyhuan, callpayhuan, aonccoyhuam-