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una vieja que marcha tocando
un
mate,
dan
vuelta
al
rededor
del
difun to ostentando Jos hon .bres
cu·
charas, macanas, arcos de flechas, bodo-queras i
cuan•
tas armas tienen. Duran te esta cert>monia C<ln tan
i
lloran arroj ando los tras ios df
l
di fun to
a
la
cande·
la: sí
PI
dtfun to dPjó alguno ' animales,
1
s m1tan,
i
si algunos sembrados los a. rancan.
En
S<'guida
lo
lk van en la hamaca en
que
murió, al mon te,
i
allí
lo
dejan
co l g::~do p<~ra
que se lo c.oman los
a•
n imalrs
i
qu:·dcn los hw·sos limpios.
Cu
1lro
o
r.in–
co di lls d: spues
v~n
a rerojerl os
i
la persona mas
al kgaf a trae la
r abl' za a
las csp<l ldils
Ct)l gada
de
u–
na gnasc:1: míenlrns llegan con la ca rg?t funebre pre•
paran
um
hoguera de caí ntito verde ·donde arrojan
los
hurS•lS
i
guél rdan su cen iza para pintarse con
e–
lla,
teni t•ndo el pr imer
d
'f{'Cho
los parientes. Esta
e
remon ia sirve para
ol~ida r
la memoria del que
mu–
ri6 un aüo an tes, i así concluyen los tres dias de
es ta fi cs! a en hs cu :1ks han agotado una gran can–
tidad de ch icha
i
ba ' lado sin ini erruprion.
· Los indios de este correji mi cnLo tienen, como je•
nerrt lmente los demrts puebl'ls, emb:trcacioncs mas
o
menos
grandes
i
pu ·r los sef1alados en Jos ríos que
a tra viesan sus territori os; pero sus canoas son suma·
men te incomodas,
lo
qu~~,
agregado
1
la
rapidez de
aquell os ri os
d:::l
desiert o, ta n sa lvaj ,•s como sus ha–
b it an .cs, h;-¡ce que sea insoportabl e la navegacíon
para
las
personas
que
no están acos .umbradas
a ella.
GUAQUES.
Es tos indios h;¡ bi tan
en
las arrl entisimas
playas
de los r ios
C1 qu e t:-~
1
Otegua sa, Ca5uan
i
Putumayo
donde el calor, en verano, es insoportabl e de las
diez dP la ma ::ana
a
las cuatro
de lrl
tarde.
El
'temp('rattll'nto de las cercanas ('Ord illcras es ameno.
La naturakza ha distinguido
a
I:'Stos indios con
bu rnas e alidades, raras
e n l r~·
los salvajes. Son in le–
lijcn tes,
jenerosos
i
amables;
pero
en cambio
son em·