El
quechua
vive mejor. Labra la tierra,
cría aves de corral y ganado menor, aunque
en las pampas y praderas de Apolo no ca–
rece de vacunos, caballos y mulos. En las
quebradas es productor de víveres, y .en los
valles templados cultiva la coca. Parte de
la gente trabaja en los cañaverales, bajo
contratista indígena o el rescate del pro–
ducto.
CENTROS
D:E
POBLACióN
Los centros de población de mayor im–
portancia social y económica son
Apolo
y
Pelechuco. Santa Cruz del Valle Ameno,
Una hermosa vista en las cercanías de Apolo.
condiciones deplorables que imponen los
patrones. Los de Atén se dedican principal–
mente al cultivo de arroz y la extracción de
quina y goma para quienes los contratan;
viven largas temporadas en la selva, sin
<>tras necesidades premiosas que la de la
sal, algo de géneros para el vestido y en
todo caso pólvora para sus escopetas, pues
por ser ellos esencialmente carnívoros, son
<liestros e incansables cazadores, en lo cual
no quedan a la zaga los pobladores del Tui–
che y demás regiones tropicales.
Por su parte, el habitante blanco y el
mestizo viven de la explotación de los co–
cales, cañaverales y estancias ganaderas.
Los propietarios de recuas hacen también
-el
oficio de fleteros. La extracción de qui–
na es otra de las actividades que ejercitan
con bastante provecho mediante el sufrido
por ser punto de tránsito obligado entre
aquellas dos plazas, ocupa el tercer lugar.
Los demás cantones se ven concurridos so–
lamente con ocasión de sus respectivas fes–
tividades religiosas, produciéndose en tales
ocasiones alguna actividad comercial. En el
campo la gente vive muy esparcida; sin
embargo hay comarcas con cierta densidad
de población como las de
/puní, Inca, Pu–
chahui, Correo, Santa Bárbara, Concepción
y otras correspondientes a la zona cocalera.
A pesar de no ser la capital provincial,
Pe–
lechuco
es el pueblo más laborioso y pro–
gresista de la provincia; sus habitantes, en–
cerrados en un estrecho cañadón sin tierras
ni horizontes, se dedican al comercio local
y al transporte de productos a otros luga–
res, sobre todo a Apolo, Puerto Acosta y
La Paz; y, salvadas las ausencias por este
487