wolfram, plomo, antimonio, bismuto, co–
bre, etc. Consignamos a continuación un
resumen ligero acerca de cada uno de es–
tos metales.
Oro.
Se ha explotado desde tiempos in–
memoriales en las regiones de Cavari, Su–
ri, Capiñata, Lanza y Caluyo. Lo prueban
las ruinas de ingenius, socavones'! edifi–
cios. El cuarzo blanco con chispas visibles
de oro, corresponde a la conformación de
las vetas; en el lecho de todos los ríos de
la provincia, se encuentra mezclado con la
arena. Se hallaron "pepas" gigantes hasta
de
850
gramos. Los óxidos de antimonio,
así como muchos minerales explotados con
el nombre de complejos, contienen buenos
porcentajes de oro. Se recuerda que en una
mina de Cajuata, en
1939,
de cada tone–
lada de mineral bruto extrajeron tres kilos
de oro. Actualmente, la explotación de este
metal se hace en escala muy reducida.
Plata.
Los yacimientos argentíferos tra–
bajados durante
el
coloniaje, han sido nu–
merosos, señalándose como los más impor–
tantes los de
Sayaquira, Colquiri
y
Caluyo.
La conformación granítica de esta cordille–
ra, hace que las minas de plata sean raras
y de baja ley; no son vetas formales, sino
pequeños bolsones mezclados con plomo.
Antiguamente muchas minas de estaño se
trabajaron equivocadamente como si fue–
ran de plata. Las principales zonas de este
mineral están en
Laurani, Amutara, Cruz
Villca, Chuquichambi
y otras.
Estaño.
Abandonada la explotación del
oro y la plata, a fines del siglo XVIII, por
haberse agotado los yacimientos superfi–
ciales
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Inde–
pendencia, las actividades mineras de In–
quisivi se reinician, después de la Guerra
del Pacífico, con el descubrimiento de ya–
cimientos estañíferos. Ningún indicio ha–
cía suponer que la región fuera tan privi–
legiada en este orden. La explotación ac–
tual de estaño ha colocado a la provincia
entre las primeras de la República. Dicho
metal se presenta en vetas desde pocos cen–
tímetros hasta
30
y
40
metros de ancho y
461
con una ley de
0.50
a
30
%;
ofrece crista–
lizaciones que en muchos casos contienen
una ley superior al
75
%.
El laboreo que
inicialmente fué muy superficial, ha alcan–
zado actualmente grandes profundizacio–
nes. En Colquiri se trabaja a más de
700
metros de profundidad y en socavones de
4.000
a
5.000
metros de largo. Contraria–
mente a la parte occidental de la Cordillera
de
Tres Cruces,
en la parte que correspon–
de a Inquisivi no se presenta el estaño en
veneros y si los hay, son de muy escasa
importancia. Arsénico, azufre, piritas
y
hierro están mezclados con el estaño y su
separación se la hace por procedimientos
mecánicos o reacciones químicas.
Antimonio.
Ricos yacimientos de este mi–
neral de reciente aplicación industrial en
gran escala, han sido encontrados tanto en
la cordillera como en la zona yungueña.
Con pocas impurezas y buen porcentaje de
oro; se presenta en grandes bolsones cuyo
costo de explotación es ínfimo, pues no hay
más que triturar y ensacar. Los principales
yacimientos se encuentran en
Cajuata, Cha–
rapaxi, /choca, Mohoza
y
Capiñata.
Plomo.
Hay extensos yacimientos, en las
zonas de
Capiñata, Quime, /choca
y
Col–
quiri,
cuya explotación depende de las co–
tizaciones; se presenta mezclado con la
plata, cuya cantidad de marcos por tone–
lada es un índice para la explotación.
Bismuto.
Existen cantidades considera–
bles de este preciado metal, en ciertas ve–
tas estañíferas. La única empresa que lo
explota actualmente es la Compañía Ara–
mayo, con bastante éxito y de alta ley, de
70
a
75
%.
Cobre.
En las zonas de Colquiri e Icho–
ca, existen yacimientos de cobre, que se
presentan en vetas de escasa ley y mezcla–
do con otros minerales.
Otros minerales.
Fuera de los ya citados
existen en la provincia la turmalina (piedra
fina), sulfuros de zinc (en Choquetanga),
asbesto de alta calidad, hierro, arsPnico,
azufre, etc., que no han merecido aún la
atención del capital.