neral argentino José Rondeau, que coman–
daba fuerzas en Cochabamba. A su retorno
fué nombrado jefe de un cuerpo de caba–
llería, concurriendo a la campaña de Uma–
chiri, cuyo resultado fué desfavorable a la
causa patriota. Como emergencia del con–
traste, fugó a las montañas de Cochabam–
ha, donde quedó escondido por largo tiem–
po hasta que, descubierto por los españoles,
fué conducido prisionero a Lucana. Nueva–
mente fugó y huyó a la costa del Pacífico,
permaneciendo en dichas playas hasta
1825, época en que volvió a la patria.
Por título expedido el 31 de enero de
1825, don José Miguel García de la Lan–
za, coronel del Regimiento de Aguerridos
del Ejército Unido Libertador, general de
brigada, Gobernador y Comandante Gene–
ral de la ciudad y provincia de La Paz, lo
nombró gobernador del partido de Pacajes,
cargo que le fué confirmado por el Maris–
cal Antonio José de Sucre, en oficio de 1
O
de marzo del mismo año.
Cuando el Libertador Simón Bolívar pi–
só tierra alto-peruana, Aparicio fué el pri–
mer ciudadano en saludarle, con vibrante
discurso, cuyo original se encuentra en po–
der de los descendientes.
De un memorial que presentó al gobierno
del Mariscal Andrés de Santa Cruz, solici–
tando calificación de servicios como Buen
Boliviano, se desprenden los siguientes da–
tos autobiográficos:
"Apenas este horizonte fué ilustrado con
l '
na vista panorámica en el camino Amarete a Camata.
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los tan deseados pasos de la Independen–
cia, cuando el segundo día de la entrada
del Dr. Gral. Lanza, fuí destinado al Go–
bierno de Pacajes, en virtud de mis pa–
decimientos y servicios anteriores. En cir–
cunstancias de ingresar al suelo de Bolivia
el Ejército Unido Libertador, en situación
de que la Caja Nacional se hallaba cesante
por la reciente evasión de los Godos, pero a
pesar de esta carencia, vencí imposibles pa–
ra hospedar a aquél, en.los puntos de Gua–
qui, Tiaguanacu y Viacha, el espacio de 22
días que duró su transporte. De igual modo
que a todos los señores Generales y Jefes,
sin que conociesen falta alguna en el primer
territorio de nuestra República. Luego fue–
ron destacados a mi Provincia varios cuer–
pos de caballería e infantería, que a fuer
de mis esfuerzos fueron bien asistidas. En
seguida me hicieron Elector. Desempeñé la
Secretaría de la Sala Electoral,
y
fuí Di–
putado electo a la Asamblea Deliberante.
"A mi regreso, siendo restituído al Go–
bierno, no sólo me sujeté a la conducta ru–
tina! del empleo, sino que sugerido- fuerte–
mente de mi amor y adhesión al Estado,
practiqué varios actos de supererogación.
Así, que establecí y arreglé las postas de
esta Capital a Tacna, y de allj a
Or~ro,
poniendo alojamientos en los páramos más
desiertos. Defendí y aclaré la línea divi–
soria por la parte de Tarapacá y Tacora.
Concurrí con empeño a la refacción dél
puente del Desaguadero. Mandé fabricar
Autoridades indígenas de las diversas circunscripciones
rurales de un cantón, provincia Muñecas.