VIDA HUMANA
TIPOS DE POBLADORES, GÉNEROS DE VIDA
Esta provincia, al igual que las demás
del departamento de La Paz, tiene como
elementos étnicos constitutivos a blancos,
mestizos e indígenas, predominando esta
última raza sobre las dos anteriores. Cons–
tituye, por lo tanto, el factor típico de re–
conocida importancia.
El mestizo, aparte de constituir el arte–
sano de los centros poblados, sin descuidar
las faenas del campo se dedica con prefe–
rencia al comercio y las minas; empero, ca–
be advertir que no
s~
trata del buscador de
minerales, sino del factor humano en la in–
dustria extractiva, pues, en forma periódica
abandona su hogar y se dirige a los asientos
mineros de Llallagua, Catavi, Colquiri, etc.,
para luego retornar trayendo el fruto de
sus ahorros y compartir con los suyos esta.
ganancia penosa y sacrificadamente adqui–
rida. El omasuyeño en este orden de activi–
dades tiene fama de ser buen barretero. En
tiempo de la Colonia y gran parte de la
República, sobre todo durante el auge de
la g_oma, el
arreo
constituía su actividad
preferida y rivalizaba con el larecajeño en
el transporte de carga a través de los desfi–
laderos, que unen los centros de importan–
ci~
con Mapiri, Guanay, Challana o Tipu–
nai.
Su temeridad, arrojo y perseverancia
eran retribuídos entonces en libras esterli–
nas, hecho que ha contribuído al progreso
de las poblaciones de todo este distrito.
El indígena vive agrupado en comunida–
des y fundos agrícolas y ganaderos, siendo
éstas sus principales fuentes de actividad,
sin dejar de asignarle importancia a la pes–
ca y al comercio.
Las condiciones climatológicas de Oma–
suyos, a pesar de la altura, le colocan en
lugar privilegiado en la economía agraria
del Departamento y revelan un espécimen
racial sufrido, fuerte, empeñoso. "Y es que
la tierra y el hombre forman una identidad
cósmica, de donde cada uno de estos ele–
mentos toma su recíproca influencia para
la ascensión progresiva". Por ello se ha di–
cho que el hombre es producto del suelo,
fuerza de su fuerza, energía en potencia,
que en tesonera lucha logra domeñar o
adaptarse a los elementos de la naturaleza.
Dirige sus pensamientos y orienta su acti–
vidad hacia los objetivos que determinan
Vista del Santuario de C(}pacabana, con el calvario.
su. supervivencia. De este modo el hombre,
plasma en su medio un mundo del cual di–
fícilmente podrá sustraerse.
La especie humana es la tierra transfor–
mada en ideal,
y
el hombre un pedazo de
ella. Al respecto, Víctor Cousin en su His–
toria de la Filosofía, dice: "Dadme un ma–
pa, su configuración, su clima, sus vientos,
toda su geografía física; dadme sus pro–
ductos naturales, su flora, su fauna, su zoo–
logía y yo me encargo de deciros
a priori,
cómo será el habitante de dicho país y qué
papel jugará éste en la historia, no acci–
dental, sino necesariamente, no en tal épo–
ca, sino en todas; la idea en fin, que esté
llamado a representar".
La geografía de este modo nos abre cam–
po hacia la interpretación 'histórica y socio–
lógica de los elementos que forman un gru–
po:
ayllu,
estancia o pueblo, y en el caso
concreto de Omasuyos tenemos tipos huma–
nos diferenciables unos de otros de acuerdo
a su modo de vida, su actividad, industria,
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