y
los
venados;
entre los reptiles, las
víbo–
ras,
especialmente la cascabel y varias es–
pecies de lagartos.
LA VIDA HUMANA
RAZAS; POBLADORES TíPICOS
Son tres las razas que habitan la pro–
vincia Loayza: la blanca, la indígena y la
mestiza, constituyendo la segunda la más
numerosa.
Antes de la Colonia, la provincia ha sido
poco conocida y explorada por las razas
aborígenes que poblaron la parte norte del
altiplano. Cuando los conquistadores espa–
ñoles, en busca del oro, cruzaron todo el
Alto-Perú, la recorrieron llevando consigo
a los aymaras de la
raz~
andina, entre las
que se distinguían varias tribus, especial–
mente las de los
Sucasucas.
De esta mane–
ra los indígenas trabajaron con los espa–
ñoles en las regiones mineras de Araca, y
en los valles, junto a las misiones jesuítas,
que eran casi los únicos propietarios.
GÉNEROS DE VIDA DE ACUERDO AL MEDIO
GEOGRÁFICO
Los habitantes de las zonas altas llevan
una vida similar a la de los indígenas del
resto del altiplano. El clima les obliga a
usar una indumentaria especial contra el
iría de la región; vestidos hechos con teji–
dos de lana sin mezcla alguna. Su alimen–
tación es frugal a base de productos secos
y con poco uso de carne. Trabajan lo muy
necesario durante el año para atender sus
labores agrícolas, empleando el resto de su
tiempo en actos de trueque y comercio en–
tre los pueblos circunvecinos y los valles.
Celebran varias fiestas religiosas siguien–
do las costumbres tradicionales del alferaz–
go en forma rotativa y con abundancia de
licor, comidas, música, etc. La música es
generalmente triste y melancólica como en
las demás regiones altiplánicas. El habi–
tante blanco o mestizo que también vive en
esta región, constituye una pequeña mino–
ría, y la forma de su vida, costumbres, et–
cétera, están bajo la influencia del habi–
tante de las ciudades. El habitante de los
valles es más expansivo, suave de trato
y
más inteligente. Su indumentaria es senci–
lla y ligera, debido al clima de la región;
en su alimentación usa algo de carne, ce-
Una vista del camino carretero al pueblo de Sapahaqui;
obra de la
1
unta de Propietarios
y
Vecinos de
Sapahaqui.
reales, verduras
y
frutas. Igual que el indio
del altiplano, celebra muchas festividades
religiosas y su situación económica es bas–
tante holgada. Su trabajo es también rela–
tivo en las faenas agrícolas, siendo un
asiduo viajero en negocios de comercio,
cambiando productos, entre los valles, el
altiplano y los yungas.
CENTROS DE POBLACióN
Los pueblos y las propiedades de los va–
lles de la provincia Loayza, han sido tam–
bién poblados por los descendientes de los
españoles desde la Colonia. Sensiblemente
los principales elementos de la región han
emigrado, especialmente a la ciudad de La
Paz, fijando allí su residencia. En la época
en que los pueblos de Sapahaqui, Caracato,
Luribay y Araca contaban con mayor nú–
mero de habitantes y con numerosas fami–
lias de los propietarios de la región, se
hacía una vida social intensa, couserván-
139