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El P. Aguinaco pagó la impresión¡ el tra–
bajo está hecho por el P. Elorza, sacado y
apropiado de otras publicaciones
similare~·
Creemos que se habrán hecho diversas edi..:
cwnes.
2.
Armentia, P. Nicolás
(1845-1909)
(1).
Diario de los · viajes a las tribus compren–
didas entre el Beni y Madre de Dios y en el
arroyo de Irón en los años de 1881 y ·1882,
por el P ... , Mínimo Observante de la Provin–
cia de San Luis (Francia). Impresión hecha
bajo la protección del señor mini5tro de Go–
bierno Dr. Antonio Quijarro . La Paz, Tip. Re–
ligiosa, calle de la Recoleta, 51. 1883.
En
8.
0
,
131
pp.
Literat.:
AOM.
3 (1884) 108;
Steit, BM.,
111,634 n. 1937.
3. «Diario» de sus viajes a las tribus com-
,
prendidas entre el Beni y Madre de Dios y
en el arroyo de Irón en los dos años 1882
y
1883. La Paz, 1884.
LAS MISIONES fRANCISCANA
S
Lit.: Streit, BM., 111, 979 n. 30®9.
4. «Exploración» oficial de río Madre de
Dios en 1884. Imprenta de «El ·Nacional», de
Isaac
V. Vila,
calle Charinos, 92 (La Paz) 1885.
En
8.
0
,
49 pp.
_.
Lit.:
Mendizábal, Vicariato,
281-85.
5.
e
Diario» del viaje al Madre de Dios,
hecho por el
P.
fr ..., en el año 1884 y 1885,
en calidad de comisionado para explorar el
Madre de Dios, La Paz, 1886.
Lit.:
Streit, BM.,
111, 645n. 1986.
6. ' «Navegación,. del Madre de Dios. Via–
je del P .. . Imprenta de La Paz, lllimani, 61.
1887 (Biblioteca Boliviana de Geografía e His–
toria).
En 8.ó, 1 hsn., IV+ 231 pp.
Lit.:
AOM.
7 (1888) 192 y 8 (1889) 111¡
·
Streit, -BM., ibídem;
P.
Mendizábal, Vicaria–
lo,
'286-315 .
Streit
lo repite en
ibídem,
p. 979
n. 3009, aanqu€ en la copia difiere un poco.
Lleva al final un mapa-plano de los ríos Be–
ni, Madre de Dios, Tahuamanu y Uaycoma-
(1) Como se celebra este año el Centenario de su meses de convalecencia y preparación prosiguió de nue-
nacimiento queremos hacer una excepción,
~ando
más
detalles de su vida, con el P. Armentia.
Nació en Bernedo Alava del matrimonio Vicente
Armentia y Nicolasa Usarte el
5
dic.
1845;
estudió
latín a los once años en Elorrio y a los quince pasó a
Fr{lncia, donde tomó el hábito en Amiens el15 di–
ciembre 1860, profesando el18 dic. 1861 y
estudi~ndo
Filosofía en Saint-Palais; estudiante aún se embarcó
para Bolivia en sept. de 1864, expedición preparada
por el P. Sanz, llegando a La Paz el 18 feb. 1865·
donde profesó solemnemente y se ordenó de sacerdo–
te, después de cursar toda la Teología en el mes de
abril de 1869.
A los dos años de sacerdocio y 26 de su eda::l, pre–
cisamente el 1 ag. 18/1, marchó a la Misión de Tu–
mupasa, que regentó hasta el 7'J,
pasan~o
a la de Co–
vendo de indios mesetenes; aquí estuvo hasta elt880,
viajando y conquistando a los yuracareses. En octubre
fué de nuevo enviado a Tumupasa, desde donde iaten–
tó explorar el río Madre de Dios: provisto de todo lo
necesario y lo más imprescindible, con un sextante y
barómetros, comenzó su primer viaje en jun. de 1881•
partiendo de San Buenaventura de Rurrenabaque y
bajando el río Beni. En el mes de octubr e sufrió un
serio percance por la fiebre, pero fué recosido por el
indio Luis Callau el 1.
0
de nov., y al cabo de los tres
ve sus correrías de reconocimiento.
En 1883 le pareció prudente llegarse a su Colegio
de La Paz, donde contó sus expediciones y fué enton–
ces cuando contra su voluntad9 obligado por los Su–
periores, se publicó el «Diario de los viajes... -. que ci–
tamos arriba .
El Gobierno alentó y favoreció en estas excursio–
nes al P. Armentia
y
así al año siguiente (1884) fué
comisionado por el Gobierno para que reanudase su
viaje de exploración, levantase los planos del
Madre
de Dios,
Tanuamanu y otros ríos
menor~s;
y en mayo
del mencionado año emprende sus atrevidas excursio–
nes, reconocíeado y explorando el terreno, encontran–
do muchas tribus de indios Araanas, Pacasuaras y ,
Cavineños, que estaban dispuestos a recibir misione–
ros . En medio de su jornada exploradora hubo una
fuerte inundación, tan temible en aquellas regiones
(febrero 188.5), y tuvo que bajar por el Madera, para
no morirse de hambre, haata el Atlántico. Llegó a Lo
Paz a fines de junio de 1886, habiendo cumplido sa–
tisfactoriamente el encargo que recibiera del Gobierno.
Fruto de estos viajes fueron las numerosas publi–
caciones que redactó posteriormente y que reseñamos.
.
.
además de estos impresos, sospechamos que han que-
dado muchos más; así como ha publicado en diversos
periódicos y revistas artículos v estudios, de los que