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tra fam·ilia. El . ol, mi padre, me manda para en eñaros
mucha cosa qtie ahora no ab 'i , para hacero
f
lices.
. . oy hijo del sol,
y
mientras v otr 'i
ái .
tambi én er é
vue tro "hijo ... .
e
11
e a leclarat ria e ené1je nar on ele
a. ombr y ele plaLer
1
s 1 br e.
'i
j o , qu e n ) hall a ban
expresione · para agradecerl e la bondad c n qu e había to–
mado a u hija p · r ·e po a . E ta ele . cubrió ent n es a su
hijo, .,,
al
'erl
eJ
Inca ca.
i
perdió ·.· u ma je t acl , pu
de- ·
jándo e tra portar de uri impnL
b
de am r, tomó a .
11
hi–
jo con an. -ia paternal be. áncl lo e n t ernura
1
Ie ,;an tó
hacia el - sóJ, ofrec!én lo s lo
v
picliencl para
1r
vida lo s ·
fa
ores más g-rÚ1de .
La aetituel ·ublime
entu ia ta con que el Inca,
mirando al sol el.e hito a hit , e rn una áo-uil a r ea l, lüzo
e
~a
e
p~cie
de ofrecimiento entre lo em_peza dos ciri1ien–
t
del templo que i.e· levantaba, acabó ele per uadir a us
' uegro que ese .su yerno mi terio o era r ealmente hijo
del a tro del _día. Y él, lejos de clesvan'ecer e a preocupa–
ción, e la inculcaba más, porque convenía sostenerla
aunciue fuese con inocente superchería para lle ar ade–
lante
1
plane que meditaba, en loo que tenía ya ini–
ciada a u e posa, ) que ernpezó ah ra ·a ·d t: arr llar en
la cabaña de u' fami lia.
E,
ta difundió
l.tte ~rn
por la is la
la o-ran nUe\ a 'del H né ped divino que le h nraba, y t o–
do -venían a ver lo o má bien a venerar lo. Las ideas de
moral ..,
de piedad que le inculcaba
y
pr~cticaba,
"los ade–
lanfo de la
1
ag-ricultura
y
otra arte que les enseñaba
por sí mi mo, in perder jamá u gra edad, su em1)eño
en concluir el templo del
1,
le hizo aclamar a e. e des–
con ciclo ch ilizador como de cendiente real de a inella
di' inidacl,
en e
1
e lmo de u en
ttL
ia
1110
lo llamar n
Mane Capac para , ignificar que era ui1 per ohaje her i–
co ric de virtud . De e ta i la pasó la fama di ina· del In–
ca al continente; cual si lo cóndore. la esparcieran des-