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'I
41 ..._
·-contrnrcn1os
al
n1is.1110.
An~or,
·,que
nos .
'dirá desde
·su
f{oca:
Et
v~1An1e
·así no os
aso1nbre,
pues
. 111
i
anoi·
es -
tan sin par,
'
,.
.
, .
.
que
8Cfttl
1ne puse a
P~"nsar
si había ti1ás que
sufrir'
.
por el
ho,n1brc
·
~·
p
•
.
'
(Palabras que se
leen
en un retablo del Sari.
_ tu~
rio ). . . ..
.
_,.
Pcnetra1nos,.
por fin, .
~n
el
pequeño . caserio
el.el·santuari<j .
.
Dos religiosos
n1r1-cedarios
nos
sa1e11
;:¡}encuentro,
con la
an1ahi!i<lad
.Y
sencillc·~ · de he1~-
111ano~
n .11estros.
'Jn
fuerte
?hrnzo
y .
uí1 ·sincero
· ::spreton
ele
tnnnos
e~ nue~tro
Sf11udo.
~2uisitn9~s
. hacer otro
tantc>
con
el
a1nnble
P.
~lnrquez
y n'o
parecía.
·iQue decepción la
nuest1·a-.
llitbía
viaja –
do. Sin
eínhnrgo
su
silueta
par'ecía flotar en
ét
nmbiente sol1ta1·io de · aquel alcc'iznr · de piedad
tTnos
instantes de descanso
y
en segui·da
nos
ha–
Jl ~íban1os
a los
pies
del Señor de: Ja Peña. Silencio
. -- profundo en !a "pequeña
1gles1n ..... .
Instantes inol¡-
\?idables de
oración
al
pié
de
Jesús
llélg-ado.
Cun1-
p1idos
están
ni1estro~ ,
anhelos
de
conocer
el histó–
rico ·Santua rio de HuRncn.
Paz
y
nlegria ·
en el
corazón.
¡Ah,
que
rlichoso
es el
hombre. cuando
vis-ita
nn
· s~ntunrio!'
Y
a
pe~nr
de
tono, cuan
poco·s son los h()tnbres
que
visit~ln
estos
lugares
{le la
1nisericordia
del
atnor
divino . .
·
.
._ Satisfechos
ya
nuestr o s
anhelos·
de
piedad_,
· ~-aiin1os
rl..
e
la
.~ iglc~i'a
y .
rccorre1nos
los di
versos
1
ugares
del
C0nventiHo.
A prirnera vista
·nos
d.a·–
¡nos cuenta
del · ái-duo trahé1jo qu·e
lleva
·a
c:fccto
el
celoso
P.
~Jfirquez.
· Se nos infor1na
de
que
los
altos en const1·ncc-ión ·están destinados
pa1·a
· e l
·noviciac10
s11nple·de
la
Co1nunidacl
n1crcedaria
de l
Cuz·co~
Al
recorret-
lo•
a!r.cdedores
del
·Santuario
des-