Table of Contents Table of Contents
Previous Page  194 / 302 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 194 / 302 Next Page
Page Background

ENRIQUE LOFEZ l\LBUJl\R

púreo de las encillas, y los ojos, saltones, le

brill aban con el

i

11

noble brillo de la codicia .

Fué es ta pasión la q a e una vez llevó al

indio a pasea r en tri un fo, sobre una im pro–

vi sada pica, el corazón de un t oro, sortean–

do las persec uciones de la cocinera.

y

cantu–

rreand o un aire indígena.

-¡Trae acá, bandido! Voy a decirle al

señor para quA te quite a

la t igazo~

la maña

dejugar con las cosas de mi cocina.

-¡Silencio,

sacha-vaca!

No molestes,

que es t oy muy alegre. Déjame pasear cora–

zoncito. A sí voy pasear corazón Valerio

y

comérmelo después.

IV

Había reparado yo que

Ishaco,

cuando

no respondía inmediatamente a mis llama–

das, al presentarse reYelaba azoramiento,

y,

sin esperar que le interrogara por la demo–

ra, comenzaba a disculparse tontamente.

-Estoy barriendo despacho,

·taita-,

díjome en cierta ocasión.

-¿Y

esta mañana no lo barriste?

---Sacudí no más,

taita.

Esta manera, de responder se me hizo

sospechosa

y

resolví espiarlo. El chico era

-190 - ·