PROLOGO
a la obra de Botánica Médica
Na–
cional del Dr. Marco T. Varea
Q.
Siempre es de singular consuelo para un am::Inte de las Ciencias
Naturales · ver aparecer una obra que trate de la vegetación de este
suelo ecuatoriano,
tan variada y
tan rica,
y
sube de punto la
aleRría, si el autor es ecuatoriano; pues si son escasás las obras que
tratan . de la naturaleza de nuestro suelo y de sus productos, má.s
escasos son todavía entre nosotros los aficionados a este género
de estudios; como que la mayor parte de las obras que poseemos
en la materia han
sido~
escritas por extranjeros.
Si a esuis
cualidades se añade la de ser<:;] autor un especialista cuya compett;n–
cia va a la par con la concienzuda investigación, no puede menos)a
obr__a -de ser acogida con entusiasmo.
·
Estos sentimientos han de experimentar Jos que lean la Botá.riica
• ·
Médica Nacional escrita por el señor doctor Marco T. Varea
Q.:
tra–
bajo nuevo en su género, pues no sabemos que nadie haya tratado
de propósito este asunto hasta ahora; porque si bien, Guillermo
f
ameson · publicr) ya en
1.864
en
el
«Corr'lo del Ecuador» unos
;..rtículos sobre las propiedades medicinales de las plantas ecuatoria–
nas,
-r_
el Dr. Lui Oorqero en sus 11.Estudios Botánicos»
tr~ta
tambien de · ellas, mas ninguno lo hace exprofeso
y
tan detemda–
mente como el autor del presente estludio.
Obra q
,dem.ásde un
ecuatoriano, competente en la materia, como que e
s profesor de
Historia Natú.ral desde hace mucho,s años
y
Médico de profesión.
La «Botánica Médica Nacion..al» del Dr. Varea
Q.
viene pues a
remediar en parte Ja falta de textos y
libros adecuados a nuestra
Flora lo cual sienten todos los que tienen que enseñar la Botá,1ic
l
y especialmente los jóvenes universitarios, los cuales
saldrántal
rez de las aulas inuy bien provistos de conocimientos
genera.Je:; a–
cerca de _la organización y
fisiología vegetales, pero
totalménte
ignorantes de Ja Flora.
.
de su país.
No dudamos por lo
tant:J
-
que el trabajo del Dr. Varea
Q.
será debidamente apreciado y acogiJo
favorablemente entre Jos Profesores y alumnos dé nuestros Cole–
gios y UnÍI'ersidacles.
Pero no menos proFechoso se presenta a los señores Párrocos
y hacendados, qwenes para aliviar sus dolencias
J'
las de sus subor–
.
dinados, aprenderán en él a echar mano de las humildes flores _del
campo, ya que les será imposible muchas veces conseguir Jos reme–
dios de botica, siempre más costos9s y no siempre tan eficaces.
Al lado del nombre vulgar de la planta ha puesto
el
autor, ce n
buen acuerdo, el nombre científico latino; es en efecto en
la
mayoría.
de los _casos
e1
único que puede indicar con certeza la planta · de que
se trata; pues varían tanto los nombres vulgares de una prorincia a
ótra, que <j_l mismo nombre se aplica a veces a plantas tan distintas,
que es imposible guiarse por solo el nombre· 1,tilgar.
Tal vez no convengan todos los que lean el presente trabaio en
tal o cual denominación específica o en tal o cual propiedad asignadas
a alguna planta, pero no podrán menos de reconocer en él una obra
de verdadero mérito y de grande utilidad.
Vayan pues nuestras enhorabt1.enas y
sinceras felicitaciones al
ilustre Profesor del Colegio "Vicente León," que viene a poner una
piedra más a¡ mo-numento. de la Literatura Científica Nacion :_2/
·
Rjob
;i.mba, Colegio de San Felipe.
LUIS
l\1ILLE,
S.
J.
•