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pneblus
de
Boli viA,
del Perú
y
hasta de
~}ás l~janas
Provincias Argentinas
y-
Chilenas_,
se
ven descenrter por Jos
abruptos
caminos
y
1.cenderos
de
altisí111as montañas, en actitud sle
·gre
y
peuitente los
,}os
unos, la
mf!yor parte
descalzos, fatjgadoe
y
Íatn~licos,
á
·causa
de
las
Penit€ncies
que voluntariamente se
im.ponen·
•por otra partB arriban
los
vapores que hacen
~a n~vegación
del
1ítwaca
henchidos
de
piado
.Jos
romeros
(N
ove~1an
tes)
~e
todas clase-a
y con
diciones que,
al desembarcar aun
en
las
horas
<le la noche, de ninguna
otra cosa
se cuidan al
'
ganar la tierra,
~inó
de apre3urarse
á
llegar los
primfros
á
los
pies
del mage·stuoso simulcJo
.ae
su
d
n!ce
:Mamá
de ·
1
Copacabana
de donde resulta
qne,
lo
rni~mode
ia
pa~te
de
tierra que
de las
partes del
Lago,
muchedun·
bres
forman
hileras
interminables
que pene.
tran
en
el
gradioso temolo
y
esperan
el
·turno
para
poder
llegarse al
anhelado · ·
·.
CAMARIN
de la
REINA
dond3
se halla
sobra
humilde trono]&,
fn1ágen
portentosR.
Allí
es
ne
ver
el
fervu.r de los peregrinos al recibir Ja .
beadir,ión
del
sacerdote
q~e _
asiste
á ia
Salve fíe
Llegnda, ~ que
entre
so11ozíls
y
suspiros·
acompañan al
Cor')
que no
,ea