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SALMO 118-Teth.
u~ado
has de bondad, oh Señor, con
este
sien•<>: 1'egún rus ¡Jrome,;os.
En. éñau.e la b<Jndad, la doctrina
y
la sabi–
duría;
~més
que he creido tus prece¡,¡tos.
Antes de
St:r
Y"
humilde. pequé: más ahora
obedezco, ya tul-' palabras
lües oh :->.-ñor.
infinitamente
bueno; ins–
trúye one :·ués pur tu b.mdad, en tus jus tísimas
disposicinnes.
Los soberbios han fnrjado mil
calumni<~s
contra
mí;
pero yo con todo mi corazón guar–
daré tus wandamientos .
· En<.:rásose su corazón como
sebo
ó
leche
cuajada; m á s
yo
me ocupo en meditar tu
san–
ta
~ey.
Bien me es tá que me hayas humillado, para
que así aprenda tus justísimos preceptos .
.\Jejor es para mí la Ley que salió de tu boca
que millones de oro y plata.
Tus man os, Señor, me hicieron, y me forma–
ron; dáme el don pe entendimiento y aprende–
ré tus nHtndamientos.
Véranme los que te temen, y se llenarán de
gozo, porque puse toda mi esperanza en tus
palabras.
Conocido he Señor, que tus juicios son justísi–
mos,y conforme á tu verdad me has hum,illado.
Venga, pués, la mistricordia tuya á conso–
larme, según la palabra que diste
á
tu siervo.
Vengan sobre mi tus piedades, y viviré ;pues
t n
que tu Ley es mi
dulce
meditación
Confundidos sean los soberbios, por los ini.