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EL AYLLU
y
con una organización político-social dema–
siado rudimentaria. Esta descripción se ha
dado por los viajeros
y
exploradores de las
poblaciones bárbaras
y
salvajes de Africa,
América
y
Oceanía. Gumplowicz ha soste–
nido que las tribus no se producen por la
mulrt.iplicación de familias,
y
que aquellas
«
son los restos de hordas
y
bandas huma–
nas primitivas que desde el principio se han
consider(ldo como extrañas por la sangre
1
».
Esta afi rmaci<f>n es hija primogénita del poli–
genismo sistemático del autor; pero es evi–
dente que el po igenismo no tenga mucho
que ver en la constitución íntima de la fami–
lia
y
de la tribu.
Un distinguido sociólogo, M. Giddings,
al pretender establecer la base interpretativa
de
las
sociedades étnicas, parte de que en
1.
Lucha de rat as,
XXXII,
pág.
215.