DE LA LENGUAS AMERICANA EN PAR'rICULAH
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cularidad entre los bibliófago , que no ob, tante er golo a y
gustar en extremo de la
ub tancias oleagino. as gu ta con
pasión _de lo ácido y en particular de la tinta de escribir, en
la que con frecuencia
e ahoga embriagada obedeciendo á u
apetito como el Ricardo IIId Sbake l eare en u tonel de mal–
·va ía.
El profesor Berg ha ob ervado ha t.a cuatro e pe ie de blato
en las babitacione argen inas, egún no
lo lla comunicado por
escrito, extractando sus aptmtes inédito ,
á
aber : 1ª
Pel'ipla.–
neta Ol'ientali
L.· 2ª
P . romel'ieana
L.; 3ª
Bla.ttern dwvia
Scrv. ·
4ª
Blatta gennwnica
Fab. Pien a él qu no son peijudiciale
á.
los libro , y que ólo atacan el papel obligados por la nece idad.
Pen amo que en
to e equivoca el abio naturali ta.
No
in razón lo antiguo llamaron á la blata
lAwifngre,
no sólo
porque vive en la ob curidad,
ino tambi u porque es enemiga
de la ilu tración. Por experiencia propia pod mo decir que con
frecuencia la hemo encontrado entre lo
libro , viviendo n o–
ciedad con otros bibliófago , y que rara vez hemo
a udido un
legajo de papele viejo
in encontrar la larva de una cucara–
cha que apena no
ha
ido po ible ob
rvar, tal e
la veloci–
dad con que e encapa
y
oculta. E el gigante de los bibliófago .
E ta larva, aunque orgánicamente id ntica al in oto
per~
oto
cuya e tructnra bo qu ja como un e queleto
e diferencia no–
tablemente ele él á cau a de carecer ele ala y
litrn y
r má
largo y delgado pre entando un a pecto tan
emejante á
'U
tipo definitivo, que e le tomaría por un animal fantá. tico á no
·er conocida su genealogía. Por lo g neral, hacen u ' nielo en
legajo de papele
obre todo cuando e tos permanec n alg(m
tiempo en el uelo ó e gua.rdan en pa.raje ob curo . Empiezan
por atacar los borde clel papel en cuyo, márg nes forman ca–
prichoso encajeR, y en poco tiempo dan cuenta, del montón.
Sticedió una vez, que durante un verano, los blato me devora–
ron de e te modo una colección completa de la
Gaceta. mercantil