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BH~ta
llamarlas así para especific<1r que se trata de regiones
andinns, sitm1das f'ntre
1000
y
2500
metrós de altitud, en el fon–
do de profunrlaR qnebradaR, de clima cálido y de fanna
y
flora
subtropicales.
De las tt'P.>; enfermerlades que asolan eRos valles - paludismo ,
verrnga.,
nta-~ólo
la malaria, menos exigente que las otras dos
respecto de Jn,s condiciones del mPdio anteriot·, nu es propia exclu–
sivamente de
ello~ ,
ni se ve detenida dentro de los límites infran–
queables pant la verruga
J
la tlt.a.
El modo de distribución de esta últ.ima queda, p.ueR, pl'imaria–
mente dete1·minarlo por los factores de conformación orográfica,
0e clirna y de altitnrl, que hemos indicad(•. Pero est.o sólo tiene
lugar,
naturalmenb~,
dent.rorle ciertas lütitudes, fuera de las cua–
Je¡;;
de~apa1·ece
el mal aun CU<tndo
SP.
repitan los ant.edicbos facto–
res. No está fijada la extensión de la gran zona americana rle di.
fnsión
¡..?:~"OgTáfi ca
de la uta, mal'Cr:Lde:t por las Jatit.udes extt·emas
dentro ele las que puede present.a.rse. Parece que Rn límite
au~tral
para
la
vertiente andina rlel
P<~cífico.,
está situado en los confines
meJ·irlionales del
departament~)
pertr1<1no de Areguipa.. El límite
nort~::
no pneLl lija
·~e-,
Q
habienrlo dat.()s cie1· o,.
y._
detallarlos
respecto de la
p
·e. 'Pnci-t die la ut.a en las republicas de la porción
septent,·iona.I
de~
nd A llPJ··ca.
D·entro
el&
la e-.·tPnsión del I erú la latitud 'n'f:luye de manera
poco manifies
a
femnc
de di. tribución de los focos de uta ,
. que existen
el
orre
á:.
11·
1l(,l
la república., io que se e,x:plica por-
q ne la mayor
ó
meno1· Plevación sobre el nivel del mar, crea hastr1 .
cierto punto la
F"
condiciones propias ele las diversas latitudes
y
es
por esto que en países como el nuestro, aun tratándose de enferme–
dades tan exigentes como la uta en lo que atañe
á
la fijeza de las
condiciones ambientes, pueda halla1·se ese mal en toda la exten–
sión de
1.111
tPrritorio, que abarc<t muchos grados geográficos.
Esto haría suponel' teól'icameute que recorriendo el Perú de
sur á nor·te, debería h<:tllarse, para la ubicación de la uta, un coefi–
ciente de a.ltitudes p1·ogresivamente ascendente, ósea, que el máxi-
gar po1· ciertos documentos históricos de la primera época de la conquista espa–
ñola, parece haber ido reduciP.ndo su árf'a geográfica en el trascu1·so de los tiem.
pos basta quedar hoy limitada{\ una doble zona de ubicación. comprendida uria
en el departamento de Lima, y la otra en el de Ancachs.
Además de esto, en los valles donde coPxista ambas enfermeda des, sus áreas
de difusión respectivsa no son exactamente superponibles: la dP. la venuga parece
de cender hasta niveles de altitud inferio1· á la de la uta, cuyo límite superior llega
á mayores altitudes que el de aquella.
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