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que seréi bieuaventurados.
raicu, paipac shinn"tci cali11-
Decid
:i
Dios de todo vues-
gapac huañuncqJish camgui–
tro corazón: Oh Señor, Dios
chic: shina anwha cushiyuc
mio, Vos me hici teis cris-
canguichic. T11mi1: sh11111gu–
tia110 olamente por vuestro
hudni caita niichic : Aa Oa–
benephieito y me habéis da-
pac Dios, Can1111ri crist:ia–
do á ereer vuestra doctrina,
nota rurahuarcangui shun–
enseiiada por la Igle ia Ro-
gullaiquimanta; Ca1111mi sán–
mana y el Papa. En esta
la Iglesia Rom(JJll(Jl/namla
fe quiero vivir y morir ; por
yachachishca, Papa Santo–
esta fe, do bueu grado da-
manta yachachishca shimii–
ría, i fuera menester, todo
quita ininga;pac cuhuarcan–
lo que tengo
y
aun la vida
gui. Ghai fe ininapi cau–
misma: para e to, pues, oh
saila huañuitapish munani;
Dios mío, ayudadme
y
dad-
cai fe i111inaraic1i aillncu–
me vuestra gracia y forta-
nata saquii, huañui nishca,
leza
1.
tiwuita saquriinnan huañui-
manpish: cha"Vpac ywna;pai–
qui, graciaiqiii' svnohicai–
quita, Yayalla, euhuai
1.
Los acerdotes no se ca-
Sacerdotecuna mwna ca-
san ; pues el celibato ecle-
saracuipaooltu; cai causaica
siá tico es
m~jor
y
miís per-
casarashcac"ltnfl!j}ac causai–
fecto que el estado
matri~
11uunta a.slntn alli, sumai–
monial ; y e te modo de vi-
m(Jl/zami ; cai shina alli
vir e semejant.e á la vida
causaica Angelcuna;pac cau-
1
Para completar la presente explicación del Orden
sacerdotal recúrra e
{1
lo que se ha dicho en el artículo:
'El Espíritu Santo es el dispensador de las gracias en la
Iglesia" (pág. 53 ).