DF. LAS SALINAS.
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ellos,
é
saber
á
qué venían; é llamando á los capitanes Gar–
cilaso de la Vega, Perálvarez Holguin , Diego Gutierrez de los
Rios , Gomez de Tordoya, Pedro de Lerma é otros algunos,
platicó con ellos que queria bajar al rio
á
recibir á aquellos
caballeros, pues eran de tanta calidad, ue todos e toviesen
roveidos pues entre ellos
v.~pia ~D.
Alonso ...
E~·iquez.
Como
esto dijo ,' con los que le pareció abajó al rio, mandando que
diesen lugar á que pasasen la .puente; é como se vieron se
abrazaron' é pasaron entre unos é otros palabras de mucha
cortesía, rogándoles Al varado que subiesen arriba con él,
adonde tenía su real, para que hobiese más lLigar de recibir
algun servicio dellos. Ellos respondieron que harian lo que les
mandaba , con tales palabras, se tomaron por las manos é su–
bieron arriba. Pregunt.ando D. Alonso Enriquez si traian mu–
chos barriles de conserva, respondióle un hidalgo, que había
por nombre Beltran del Salto:
«SÍ
señor,
y
muy buenos é gus–
tosos barriles traemos llenos de afinada pólvora é redondas
pelotas , si traeis buenas ganas». D. Alonso Enriquez le respon–
dió: «tan buena gana traemos deso como desotro
i•;
é al cabo
de un rato que habían caminado llegaron al real. Habiéndole
dado Diego de Alvarado al capitan Alonso de Alvarado las
cartas que le traia del Adelantado, Rrocurando industriosa–
mente de lo atraer á la opinion de
I~~
J;chile
1
é ;IBsi s; lo
d·ab~ por parece;,~lo
mesm-o hacia Gomez de Alvarado; pero
no tenía tal pensamiento Alonso de Al varado, é respondióles
que él tenía al Adelantado por tal señor , que si se ofreciese
en qué, estaba cierto le haria merpedes, mas que
~ca~::
pitan general del Gobernador D. Francisco Pizarro, é que no
pluguiese
á
DÍos que él, por ninguna cud icia ni por otra cosa,
negase la amistad que en él habia puesto. Tratando en estas
Cosas, fueron
e.ue~!2S
las
~
es.asé
COIDÍ~l'On
todos e_r_i
mue.haaz aunque los corazones de muchos
y
sus intenciones no es–
taban conformes, ántes deseaban ya verse en el servicio del
Adelantado.
Alonso de Alvarado en estos negocios estaba con deter–
minacion de no dar lugar
á
que Diego de Alvarado le notifi-