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GUERRA
guardando algun efeto para qlle, tañendo, conociesen lo que
debían hacer, é tuvo ojo para, en viéndolos qne querían to–
car, estorbarlo.
Subiéronse.~
los dos Gobernadores, apartados un
poco del tumulto de la gente; por poder comunicarse é hablar
lo que deseaban; el fraire Bobadilla, corno así los vido juntos,
é los oficiales
real ~s
de entrambas gobernaciones, les mandó
dejar las armas é les quitó él mesmo las espadas, é les dijo:
«daos agora de puñadas si quisiéredes)>. El Gobernador más
airado mostraba estar ue no el Adelantado,
y
le dijo: «¿qué
es la causa por que tomastes a la ciudad del Cuzco, que yo
gané é descubrí con tanto trabajo, é me llevastes mi india
l
é las yanaconas, é, no con ten to con hacer tan grande desagui–
~
sado, prendistes á mis hermanos?» El Adelantado le respon–
dió: «nürá lo que decís, que os quité el Cuzco
é
que foé_ga–
µado por vuestra persona, bien sabeis vos quien lo ganó;
é
si
yo lo ocupo, pticfeTolrncer poi' provisiones que del Rey tengo,
por donde bien se ve entrar en .mLgobernacion, é como la
tierra sea suya pudo me lo dar, pues ,no es yerba de Trujillo,
ni ninguno tiene más poder del que el Rey quisiere. Y si
prendí á vuestros hermanos, é tengo detenido á Hernando Pi–
zarro es justamente, porque yo, ántes que entrase en la ciu–
dad con una legua, envié
á
Juan de Guzman, que está aquí,
para que me recibiesen por Gobernador,
é
le requirió que río
hiciese junta de gente, porque mi voluntad no era de entrar
en él con gente de guerra, sino con las provisiones de S. M.
encima de mi cabeza;
y
entrados en cabildo, Juan de Guz–
man le requirió que los dejase en s1,1 ayuntamiento, que ellos
cumplirian lo que S. M. les mandaba, é salidos los del ca–
bildo, miraron la provision, é Juan de Guzman les dió infor–
macion bastante
de~que
decian caer en mi goberna–
cion la ciudad,
~
Heroando Pizarrn dijo públicamente-mi
hermano siendo mancebo la defendió, pues mejor la defen–
deré yo-é por estas causas yo entré en el Cuzco
é
me hice
recibil' por Gobernador»>. Pizarro le tornó á decir: «esas cau–
sas no son tan bastantes que por ellas vos hobiérades tenido