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DR LAS SALINAS.
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gobernaciones, é venid en esta manera: con doce hombres de
á
caballo, é vuestro capellan, y el secretario, é maestresala, é
cuatro pajes;
é
ántes que llegueis á· este asiento me hagais sa-
.her vuestra venida, para que yo provea lo que convenga al
servicio de Dios
é
de S. M.,
é
bien é paz destos reinos.
É
mando
al honrado capitan ·Rodrigo Orgoñez, é á todos los otros capi–
tanes de
vue~tro
real, que se estén en .él con toda la otra gente
é no salgan dél, so·pena
á
cada uno dellos de diez mil pesos
de oro para la Cámara é fisco de S. M., é que vos el Gober–
nador no consintais salir nenguna gente, de nenguna calidad
ni condicion que sea , ni pasen dos leguas dese real para acá·.
Lo cual vos mando que así lo hagais é cumplais, so pena de
doscientos mil pesos de oro para la Cámara
é
fisco de S.
M.,
en la cual pena os doy por condenado, lo contrario haciendo,
éso pena de Brivacion é suspension de Gobernador é capitan
general, del cual cargo no podais usar hasta tanto que S. M.
otra cosa mande" .
É
hechos desta manera estos mandamientos, el .Provincial
mandó á Alonso de Silva que fuese
á
notificarlos al Adelan–
tado D. Diego de Almagro al valle de Chincha,
é
á Domingo
de la Presa que fuese á la ciudad de Los Reyes á lo mesmo
al Gobernador D. Francisco Pizarro é sus capitanes.
É
luégo
fué
un escribano al pueblo de Chincha ó ciudad de Almagro,
é
notificó los mandamientos al Gobernador D. Diego e Al :
magro
é
sus capitanes; é respondió el Adelantado que estaba
presto de lo guardar así como se le manda. Rodrigo Orgo-
n.
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ñez nunca jamás Je parecia bien aquella averÍgÜacion por la
mano del fraire Bobad illa , é decía que
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lo tenía cor-
rom ido con oro é lata,
é
que muy mejor consejo hobiera
sido haber cortado la cabeza
á
Hernando Pizarro é haber ido
contra el Gobernador, que no aguardar lo que él sentenciase.
Diego de Al varado deseaba la paz, é creia que como por la
parte de los Pizarros no se 'tratase cautela ninguna, y el Pro-
vincial retamente juzgase la verdad, que muy mejor le era al
Adelantado por aquella manera quedar con la gobernacion,
que no quererla
habei~
con derramamiento de sangre; el cual