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314

GUEílRA

que todos los capitanes

é

hombres principales se juntasen

para tomar acuerdo en lo que mejor les sería hacer, porque

) a babia nueva que Remando Pizarro estaba cerca de la

puente de Cacha;

é

cumpliendo su mandamiento, se juntaron

el general Orgoñez,

é

Diego de Alvarado,

é

Gomez de Alva–

rado,

é

D. Alonso Enriquez,

é

los capitane$ Juan de Saya–

vedra, Franéisco de Chaves, Vasco de Guevara, Cristóbal de

Sotelo, Salinas,

y

el Maestre de campo Rodrigo Nuñez,

é

Don

Alonso de Montemayor,

é

Grabiel de Rojas,

é

D. Cristóbal

Cortesía

é

otros;

é

despues que estovieron todos juntos, el

Adelantado les dijo, que ya sabían por su parte cuánto ba–

bia deseado la paz

é

aborrecido la guerra, pues con ella

S. M. no sería servido que sin su mandamiento

é

autoridad

se viniese á romper

é

dar batalla por Ja tierra, que era suya,

é

que no hahia bastado aqueste su deseo para estorbar que

Rernando Pizarro dejase de venir asolando las provincias,

destruyendo

é

arruinando los pueblos de ellas, matandb con

sus cargas no pocos de los naturales,

é

que con cruel deter-·

minacion pensaba ocupar la provincia que S. M. le había en–

cargado,

y

áun cortarle la cabeza á él é

á

todos ellos: que

para que él no saliese con intencion tan dañada, que pru–

dentemente se determinase por todos lo que debían de hacer,

de manera que despues no se quejasen de sí propios. Algunos

de los capitanes que estaban en la consulta decían, que pues

sabían venia Remando Pizarro por la puente de Cacha, que

saliesen doscientos de á caballo

é

los que hobiese de

á

pié,

é

que Je aguardasen en algun sitio fuerte

y

emboscada, de

manera que, aprovechando poco los arcabuceros que traían,

los desbaratasen; otros decían, que mejor sería apercibirse

bien

é

aguardar á Hernando Pizarro en la ciudad,

é

que, ha–

biendo nueva estar cerca de ella, podrían tomar algun cerro

fuerte

é

escoger el campo en otra parte á ellos más prove–

chosa, que era no poca ventaja. Y estando sin determinarse

en lo que habían de hacer, dicen que un vecino del Cazco,

llamado Cristóbal de Hervás , dijo con voz alta, mirando con–

tra el Adelantado, que se estoviese en la ciudad

é

no saliese