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PRINCIPE DE ESQUILACHE.
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rientes,
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allegados de Vireyes, oidores, correg·i–
dores, oficiale
reales
ú
otros mini tros. ·otra
cédula ordenaba, que para la provjsion de en–
comiendas preced iesen los edicto y el concurso
de méritos. Regla1nent6se jgualmente el servicio
de la casa de censos, la conservacion de llamas y
vicuñas, la distribucion mas igual de tributo , y
varios puntos del servicio de indios. Prohibió e dar
mita de mugeres
á
los curas y orregidore solte–
ros. Recibieron las respectivas ordenanzas lo
tintoreas, silleros,_guarnicioneros ypa amaneres .
Hasta los pa aderos
á
insta:Qcias uya tuvieron
ial del pan, que se odia ama–
sar con un a
f
n_e
de rigo,
d la tarifa que po·
driaestablecxel!
~e
en
u venia egun el precio de
la harina .
Cansado de gobernar el Vireinato, amando la
cultura y delicias de la corte, sabiendo la muerte
de Felipe III, y que el Marqués de Guadalcazar'
debia pasar del gobierno de lYiéjico al del Peru i:;e
embarcó el Príncipe para Esp ña sin aguardar
la llegada del sucesor. Al principiar la relacion,
que le dejaba en cumpliiniento de su deber
decia: «Lo primero, que debo advertir, es que no
queda el reino tan acrecentado, que no haya que
trabajar en él ; y solo puedo decir que he procu–
rado 1nejorarle de como le hallé y que á muchas