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CONDE DE LA MONCLOVA.
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de Toledo, táfetanes de Granada
y
adornos de
la China. Era incomparable en las riquezas de
oro, plata, diamantes, perlas y piedras preciosas,
sobre todo en las. capillas de la O perteneciente
á
San Pablo, la del Rosario en la iglesia de Santo
Domingo, y .las enriquecidas .. de preferencia en
&
la Merced y San Agustín. Los conventos tenían
600
varas de circuito, ocupando cada costado la·
extension de una cuadra; el largo de Santo Do–
mingo era de cuadra y media ; las dimensiones de
San Francisco mucho mayores. Los jesuitas
tenian cuatro casas, tres los dominicos
y
fran–
ciscanos , dos los ercedarios agustinos , una
los de Sa¡m
de I>ios y los e1 tmitas ; los
-eran n e e
Habi~n-do
entre ellos
alguno
o
i
n pa,Sa:r por eblos enteros, lo
mismo que el convento grande
d~
San Francisco.
Habia algunos beaterios
y
casas de ejercicios.
Los hospitales
y
casas de ?onvalecencia llegaban
á doce. La casa de expósitos venia desde prin–
cipios del siglo. Fuera de los colegios anexos
á
cada una de las cinco grandes órdenes religiosas
existían el de San Martín, el de Santo Toribio
y
el del Príncipe. La Universidad contaba, segu.n
J\1elendez, enlo últimos, años
1,500
estudjantes,
24 cátedras
y
250
doctores. Los gastos del ¿oc–
torado llegaban
á
4,200
pesos y los anuales de la